En la noche del pasado jueves pudimos apreciar el Liceo Nº 1 “Dr. Roberto Taruselli” de Dolores con su fachada iluminada.
Era la gran alegría e indisimulada emoción de los transeúntes al ver el “nuevo liceo” a casi 3 años de la tragedia que soportó Dolores.
Esa noche era inevitable pensar en el 15 de abril de 2016, cuando en las calles desoladas de la ciudad sólo había escombros, vidrios rotos, maderas, ladrillos, gente que vagaba sin poder dar crédito a lo que sus ojos veían, en 4 minutos el tornado se llevó casas, comercios y centros educativos.
El jueves de noche era inevitable recordar, pero a la vez vimos a muchos llorar de alegría envueltos en una mezcla de abrazos provocados por una genuina emoción, el “Taruselli” salió de entre los escombros y se alzó más hermoso, moderno, y lindo que nunca.
La fachada con luces indirectas de distintas tonalidades dieron un marco diferente a ese centro de estudios que pronto se llenará de estudiantes con sus risas, gritos, cantos…
Los alumnos que regresarán después de 3 años de espera festejarán junto a los que ya egresaron mientras se reconstruía pero que igualmente sienten la misma alegría, de haber pertenecido a un liceo que los albergó.
Muchos doloreños aspiran a que el mensaje en la botella hallado debajo del piso en abril de 2018, por obreros que realizaban la reconstrucción escrito en la década del 30, tendrá un lugar especial ya que el sobrestante que escribió la nota dice “esta construcción sólo puede ser afectada por un terremoto o por un bombardeo pero de lo contrario podría durar más de 200 años”.